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domingo, 2 de mayo de 2010

Desprendimiento de 'Tiempo, deseo y saber'


Finalmente decidí separar las extensiones (I, II y III) de "Tiempo, deseo y saber" en un ensayo independiente que acabo de publicar: "Saber, deseo y tiempo".

PD del 3 de mayo de 2010, 4:30 am: Hice algunos cambios, la mayoría menores, sobre el final del ensayo; ahora dice así:

En esa historia se puede reconocer este hilo del tejido, o tal vez punto de costura: cuando sus cambios pasan de incre­men­tar­se a disminuir (hasta el límite de extin­guir­se), y de ser inten­sos a ser insig­ni­fi­can­tes, pasan cada vez más de expe­ri­men­tar­se a evo­car­se. Esos ejer­ci­cios cre­cien­tes de evoca­ción pos­ter­gan el olvido de lo que se está dejando de frecuen­tar pero todavía se revisita cada tanto, en el comienzo de la gradación, o de lo que se acaba de per­der o abandonar, en el final. Es la manera de rete­ner­los cuan­do ya no se los tiene presen­tes, que es una de las cosas que es recor­dar.
Por incipiente que sea, el reem­pla­zo de novedades que se atra­vie­san o se esperan por un anec­do­ta­rio de las que se han atra­ve­sa­do o esperado, por vívidas que parezcan, puede ser sínto­ma de un can­san­cio vital. Cuando la avi­dez de aven­tu­ra es progre­si­va­men­te des­pla­za­da por una impre­fe­ren­cia crónica por los cam­bios, la bajada del telón pasa de ser uno temido a ser el si­guien­te y último pre­vis­to.


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