El silencio de los bares 002 (1.1.0)

Qué rápido cambia todo. Ahora se ve así:




1.

Los avisos sirven para datar los inicios de una práctica. Hoy abundan las pantallas mudas y nadie lo anda aclarando. pic.twitter.com/9yFnmD1cZt

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

@zambullista Es el aviso de algo nuevo: el enmudecimiento de la TV en los bares. "No funciona mal. Es así." El silencio se evita con música.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

@zambullista Hay que evitarlo: la hiperactividad moderna lo volvió un vacío molesto o deprimente. Lo tapamos con música para no abismarnos.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

@zambullista O quizá la musicalización volvió a ser el modo de diseñar el ambiente sonoro, rol que había perdido con el audio de las teles.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

2.

Hubo un tiempo en que el ambiente sonoro de un bar lo daba el murmullo azaroso de las charlas. Luego pasó a ser obra de un musicalizador.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

Si respirás oxígeno, su falta te ahoga. Lo mismo si "respirás" sonidos. El silencio de radio incomoda, no ahoga; hoy el de los bares, sí.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

Tan funcional como la música de un consultorio es el silencio de un hospital. El de un bar es defuncional: llena de soledad un lugar muerto.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

Como el adicto sus dosis, venimos subiendo la cuota de estímulos necesarios para no hablar de vacío (cuyo umbral de tolerancia va bajando).

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

"Pasó un ángel" sirve más para terminar con el silencio que para explicarlo. Es la ausencia de señales lo que uno teme o sufre del silencio.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

3.

Mesa, sillas, una decoración, una iluminación y una musicalización son la escenografía de lo que actuamos cuando interactuamos en los bares.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

Un silencio como señal sonora: si los del bar nos cortan la música a las 2 AM, señal de que están cerrando y prueba de que era como un show.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista El corte brusco deja ver que ese ambiente sonoro era parte de una escenografía. Luces y sonidos en retirada la van desmontando.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

3.1

@Zambullista No digo que se escuche la continuación del tema ni bien es cortado, pero sí que logra hacerse más presente que si se escuchara.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista En la sutura imaginaria que sigue al corte, el tema pasa de un 2º a un 1º plano convertido en un fantasma: no está pero se oye.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista En el fondo existe pero apenas está; en el frente no existe pero está más. Paradoja de la compensación imaginaria de lo trunco.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

Las expectativas más tenaces llegan a cambiar la realidad que las frustra por relatos continuistas, como canturrear ese tema desde el corte.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista Morirán resistiendo, oyendo lo que esperaban oír a partir de que el tema dejó de sonar. O cambian con la realidad o la niegan.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

3.2

Otra señal ESTAMOS CERRANDO la dan sillas subidas a mesas cercanas. Cuando son todas, es la imagen de un silencio de música o de murmullos.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

La conexión de lo que vemos a lo que sabemos es tan veloz que casi vemos el silencio del bar durmiente de la foto. pic.twitter.com/FeSKCE50O4

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

Luego de un ingreso abrupto, el silencio se expande a todo el bar cerrado. Lo acompañan la luz baja o ninguna, las sillas apiladas y nadie.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

El sonido de los bares 001 (1.0.0)

Así lo encontré recién al ensayo:



1.

Los avisos sirven para datar los inicios de una práctica. Hoy abundan las pantallas mudas y nadie lo anda aclarando. pic.twitter.com/9yFnmD1cZt

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

@zambullista Es el aviso de algo nuevo: el enmudecimiento de la TV en los bares. "No funciona mal. Es así." El silencio se evita con música.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

@zambullista Hay que evitarlo: la hiperactividad moderna lo volvió un vacío molesto o deprimente. Lo tapamos con música para no abismarnos.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

@zambullista O quizá la musicalización volvió a ser el modo de diseñar el ambiente sonoro, rol que había perdido con el audio de las teles.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

2.

Hubo un tiempo en que el ambiente sonoro de un bar lo daba el murmullo azaroso de las charlas. Luego pasó a ser obra de un musicalizador.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

Tan funcional como la música de un consultorio es el silencio de un hospital. El de un bar es defuncional: llena de soledad un lugar muerto.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

Si respirás oxígeno, su falta te ahoga. Lo mismo si "respirás" sonidos. El silencio de radio incomoda, no ahoga; hoy el de los bares, sí.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

3.

"Pasó un ángel" sirve más para terminar con el silencio que para explicarlo. Es la ausencia de señales lo que uno teme o sufre del silencio.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

Como el adicto sus dosis, venimos subiendo la cuota de estímulos necesarios para no hablar de vacío (cuyo umbral de tolerancia va bajando).

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

Y así lo dejé:




1.

Los avisos sirven para datar los inicios de una práctica. Hoy abundan las pantallas mudas y nadie lo anda aclarando. pic.twitter.com/9yFnmD1cZt

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

@zambullista Es el aviso de algo nuevo: el enmudecimiento de la TV en los bares. "No funciona mal. Es así." El silencio se evita con música.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

@zambullista Hay que evitarlo: la hiperactividad moderna lo volvió un vacío molesto o deprimente. Lo tapamos con música para no abismarnos.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

@zambullista O quizá la musicalización volvió a ser el modo de diseñar el ambiente sonoro, rol que había perdido con el audio de las teles.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

2.

Hubo un tiempo en que el ambiente sonoro de un bar lo daba el murmullo azaroso de las charlas. Luego pasó a ser obra de un musicalizador.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015

Si respirás oxígeno, su falta te ahoga. Lo mismo si "respirás" sonidos. El silencio de radio incomoda, no ahoga; hoy el de los bares, sí.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

Tan funcional como la música de un consultorio es el silencio de un hospital. El de un bar es defuncional: llena de soledad un lugar muerto.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

Como el adicto sus dosis, venimos subiendo la cuota de estímulos necesarios para no hablar de vacío (cuyo umbral de tolerancia va bajando).

— el Zambullista (@zambullista) octubre 25, 2015

"Pasó un ángel" sirve más para terminar con el silencio que para explicarlo. Es la ausencia de señales lo que uno teme o sufre del silencio.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

3.

Mesa, sillas, una decoración, una iluminación y una musicalización son la escenografía de lo que actuamos cuando interactuamos en los bares.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

Un silencio como señal sonora: si los del bar nos cortan la música a las 2 AM, señal de que están cerrando y prueba de que era como un show.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista El corte brusco deja ver que ese ambiente sonoro era parte de una escenografía. Luces y sonidos en retirada la van desmontando.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista No digo que se escuche la continuación del tema ni bien es cortado, pero sí que logra hacerse más presente que si se escuchara.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista En la sutura imaginaria que sigue al corte, el tema pasa de un 2º a un 1º plano convertido en un fantasma: no está pero se oye.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

@Zambullista En el fondo existe pero apenas está; en el frente no existe pero está más. Paradoja de la compensación imaginaria de lo trunco.

— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 29, 2015

Errores 001 (1.0.0)

Saqué varios microensayos agregados con ulterioridad a los de la base del ensayo. Hasta hoy se leía esto:



1.

Efectos mixtos. Ningún sistema operativo funcionó peor y me hizo aprender más que A. Ninguno me funcionó mejor e hizo aprender menos que B.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

@zambullista En los 2 casos hay pérdida: de performance, con A; de aprendizaje, con B. Cada combo tiene lo que haría ideal al otro. Pero no.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

Aprender, que implica cambiar, puede incomodar, si lo más cómodo es no tener que andar corrigiendo. La incomodidad pasa; lo aprendido queda.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

"Para estar libre de un error [...] conviene haberlo profesado". Averroes habla del único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra.

— el Zambullista (@zambullista) julio 19, 2015

H. Lavandera: "Si uno no exagera, no va a poder encontrar el equilibrio". Los errores son rebotes que me van ubicando. Yerro, luego existo.

— el Zambullista (@zambullista) julio 19, 2015

No se imita a cualquiera, sino a quien favorece el desarrollo de una afinidad. El otro es más una vía que un modelo. Imitar mal extravía.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 6, 2015

2.

Digo CARA y sale ceca. ¿Me equivoqué? No. Error sería apostar cara habiendo más probabilidades de ceca. Pero hay 50 y 50. Salió mal al azar.

— el Zambullista (@zambullista) agosto 19, 2015

Los errores más tenaces son los que se nos hacen visibles sólo cuando los cometemos. Antes no, aun si vemos con sorna a otros cometiéndolos.

— el Zambullista (@zambullista) julio 14, 2015

Un error puede no ser simple. Tal vez estoy equivocado en de dónde señalo y no en qué señalo. O al revés: mala puntería, buena ubicación.

— el Zambullista (@zambullista) marzo 30, 2015

Errores parciales: si X tiene mala puntería estando cerca y Z buena estando lejos, cada uno yerra en lo que el otro no: de dónde y a qué.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 18, 2015

Hay errores y aciertos parciales que pasan por totales: un "de dónde" bien y un "a qué" mal da 0; al revés es acertar mal parado, que vale.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 18, 2015

3.

Si reivindico el derecho al error o su irrelevancia, defiendo una libertad de acción. Si pido una nueva ley, no: es un cambio de obligación.

— el Zambullista (@zambullista) abril 17, 2015

@zambullista O es una opción o es un error pero irrelevante, que no merece corrección. Del otro lado, pasa de corregible a obligatorio.

— el Zambullista (@zambullista) julio 15, 2015

Si hay un error o un mal, es que hay una verdad contrariada o una ley transgredida. Cuando cambian, el rol ERROR o MAL suele asumirlo otro.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

@zambullista Para evitar ese cambio de statu quo, la verdad y la ley juran que son inmutables, firmes como el A-853: https://t.co/Fvk061yZjA

— el Zambullista (@zambullista) agosto 1, 2015

No hay nada inamoviblemente legal. La prueba es que los lugares donde se decide qué es legal son tomables. Incluso si una ley dice que no.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

4.

Para muchos, verdadero no es sólo algo cierto, sino único en el acierto. Si más de 1 dicen tener LA verdad, cada uno ve un resto de errores.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 3, 2015

Para que haya un error absoluto debería haber una verdad absoluta. De ahí se sigue que no existen los absolutos, no los errores o aciertos.

— el Zambullista (@zambullista) julio 16, 2015

@zambullista De ahí se sigue que un error es relativo a una clasificación. HIERBA MALA no es una especie; es una clasificación de especies.

— el Zambullista (@zambullista) julio 19, 2015

@zambullista Culler (Breve introducción a la teoría literaria, Ed. Crítica, Barcelona, 2000, p. 33) compara definir maleza y literatura.

— el Zambullista (@zambullista) julio 21, 2015

Ahora se lee esto:



1.

Efectos mixtos. Ningún sistema operativo funcionó peor y me hizo aprender más que A. Ninguno me funcionó mejor e hizo aprender menos que B.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

@zambullista En los 2 casos hay pérdida: de performance, con A; de aprendizaje, con B. Cada combo tiene lo que haría ideal al otro. Pero no.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

Aprender, que implica cambiar, puede incomodar, si lo más cómodo es no tener que andar corrigiendo. La incomodidad pasa; lo aprendido queda.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

"Para estar libre de un error [...] conviene haberlo profesado". Averroes habla del único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra.

— el Zambullista (@zambullista) julio 19, 2015

H. Lavandera: "Si uno no exagera, no va a poder encontrar el equilibrio". Los errores son rebotes que me van ubicando. Yerro, luego existo.

— el Zambullista (@zambullista) julio 19, 2015

No se imita a cualquiera, sino a quien favorece el desarrollo de una afinidad. El otro es más una vía que un modelo. Imitar mal extravía.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 6, 2015

2.

Digo CARA y sale ceca. ¿Me equivoqué? No. Error sería apostar cara habiendo más probabilidades de ceca. Pero hay 50 y 50. Salió mal al azar.

— el Zambullista (@zambullista) agosto 19, 2015

Los errores más tenaces son los que se nos hacen visibles sólo cuando los cometemos. Antes no, aun si vemos con sorna a otros cometiéndolos.

— el Zambullista (@zambullista) julio 14, 2015

Un error puede no ser simple. Tal vez estoy equivocado en de dónde señalo y no en qué señalo. O al revés: mala puntería, buena ubicación.

— el Zambullista (@zambullista) marzo 30, 2015

Errores parciales: si X tiene mala puntería estando cerca y Z buena estando lejos, cada uno yerra en lo que el otro no: de dónde y a qué.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 18, 2015

Hay errores y aciertos parciales que pasan por totales: un "de dónde" bien y un "a qué" mal da 0; al revés es acertar mal parado, que vale.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 18, 2015

3.

Si reivindico el derecho al error o su irrelevancia, defiendo una libertad de acción. Si pido una nueva ley, no: es un cambio de obligación.

— el Zambullista (@zambullista) abril 17, 2015

@zambullista O es una opción o es un error pero irrelevante, que no merece corrección. Del otro lado, pasa de corregible a obligatorio.

— el Zambullista (@zambullista) julio 15, 2015

Si hay un error o un mal, es que hay una verdad contrariada o una ley transgredida. Cuando cambian, el rol ERROR o MAL suele asumirlo otro.

— el Zambullista (@zambullista) julio 22, 2015

@zambullista Para evitar ese cambio de statu quo, la verdad y la ley juran que son inmutables, firmes como el A-853: https://t.co/Fvk061yZjA

— el Zambullista (@zambullista) agosto 1, 2015

No hay nada inamoviblemente legal. La prueba es que los lugares donde se decide qué es legal son tomables. Incluso si una ley dice que no.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015

4.

Para muchos, verdadero no es sólo algo cierto, sino único en el acierto. Si más de 1 dicen tener LA verdad, cada uno ve un resto de errores.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 3, 2015

Para que haya un error absoluto debería haber una verdad absoluta. De ahí se sigue que no existen los absolutos, no los errores o aciertos.

— el Zambullista (@zambullista) julio 16, 2015

@zambullista De ahí se sigue que un error es relativo a una clasificación. HIERBA MALA no es una especie; es una clasificación de especies.

— el Zambullista (@zambullista) julio 19, 2015

@zambullista Culler (Breve introducción a la teoría literaria, Ed. Crítica, Barcelona, 2000, p. 33) compara definir maleza y literatura.

— el Zambullista (@zambullista) julio 21, 2015

Cooperar, competir 001 (1.0.0)

Eliminé microensayos (del 7-11-15) que había agregado y reestructuré el ensayo. El que era el último microensayo de acá pasó a ser el último del ensayo "Elecciones". Hasta hoy se veía así:

1.

Sin cooperar, nadie se liga a nadie. Sin competir, nadie se desliga de nadie. Al tejido social lo hacen interacciones en pugna y necesarias.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

La exacerbación de lo competitivo es ser ventajero; la de lo cooperativo, ser abnegado o gaucho, que si es preciso te da lo que no le sobra.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 12, 2015

@zambullista Cito: Toma, hermano, sin medida, lo que quieras para ti. Cuando me vaya de aquí, para pagar la otra vida sólo tendré lo que di.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015

*

@zambullista Eso solía recitarme Alela (aka la Canca), mi abuela andaluza, cuando yo hacía que me resistía a sus regalos de arroz con leche.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015

El mal mínimo es una injusticia; el bien mínimo, una colaboración. Uno crece al odio (deseo aniquilar) y el otro al amor (deseo eternizar).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

2.

Se coopera hacia adentro (de un grupo); se compite hacia afuera (de un individuo o de un grupo). La unión hace la fuerza que rompe uniones.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

Factores solitarios que sean decisivos hay pocos. Lo que más hay son factores que separados son inocuos y coordinados pueden ser decisivos.

— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015

@zambullista Su fuerza también la hace la unión. Si un solo factor es lo fuerte de varios, su peso relativo inclinó la cancha para ese lado.

— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015

Cooperación –cerca– y competencia –lejos– se alternan según a cuánto se esté de una necesidad aglutinante. http://t.co/Wn3CO5Ioi1

— el Zambullista (@zambullista) enero 6, 2015

3.

Ninguna ley controla cómo cooperamos; todas controlan cómo competimos: definen los modos limpios de sacar ventaja (o sea, sin ser injust@s).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

"El poder es no tener que dar explicaciones" (H. Magnetto, dicen). Las dé o no, necesita, como todos, justificar sus actos: creerlos justos.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

TODOS PONEN: nadie prescinde y cada cual defiende la justificación que pone. Por algo el sentido de lo justo es de los más disputados.

— el Zambullista (@zambullista) julio 30, 2015

Un ventajero es injusto o por traicionar una cooperación (todo traidor es un tramposo…) o por jugar sucio (…no todo tramposo es un traidor).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

4.

Hacemos leyes para competir limpio (y trampas para burlarlas). Interactuar cooperando es jugar a equilibrar; compitiendo, a desequilibrar.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

@zambullista Equilibrar: cooperando repartimos. Desequilibrar: compitiendo queremos sacar ventaja, lo logremos o no (perdiendo o empatando).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

Si la brecha entre los más y los menos poderosos es obra de ventajeros, lo que quede por reducir de ella será lo que mida su déficit ético.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 5, 2015

Ahora se ve así:

1.

Sin cooperar, nadie se liga a nadie. Sin competir, nadie se desliga de nadie. Al tejido social lo hacen interacciones en pugna y necesarias.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

Se coopera hacia adentro (de un grupo); se compite hacia afuera (de un individuo o de un grupo). La unión hace la fuerza que rompe uniones.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

Cooperación –cerca– y competencia –lejos– se alternan según a cuánto se esté de una necesidad aglutinante. http://t.co/Wn3CO5Ioi1

— el Zambullista (@zambullista) enero 6, 2015

La exacerbación de lo competitivo es ser ventajero; la de lo cooperativo, ser abnegado o gaucho, que si es preciso te da lo que no le sobra.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 12, 2015

@zambullista Cito: Toma, hermano, sin medida, lo que quieras para ti. Cuando me vaya de aquí, para pagar la otra vida sólo tendré lo que di.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015

*

@zambullista Eso solía recitarme Alela (aka la Canca), mi abuela andaluza, cuando yo hacía que me resistía a sus regalos de arroz con leche.

— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015

El mal mínimo es una injusticia; el bien mínimo, una colaboración. Uno crece al odio (deseo aniquilar) y el otro al amor (deseo eternizar).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

2.

Ninguna ley controla cómo cooperamos; todas controlan cómo competimos: definen los modos limpios de sacar ventaja (o sea, sin ser injust@s).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

Un ventajero es injusto o por traicionar una cooperación (todo traidor es un tramposo…) o por jugar sucio (…no todo tramposo es un traidor).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

"El poder es no tener que dar explicaciones" (H. Magnetto, dicen). Las dé o no, necesita, como todos, justificar sus actos: creerlos justos.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

TODOS PONEN: nadie prescinde y cada cual defiende la justificación que pone. Por algo el sentido de lo justo es de los más disputados.

— el Zambullista (@zambullista) julio 30, 2015

Hacemos leyes para competir limpio (y trampas para burlarlas). Interactuar cooperando es jugar a equilibrar; compitiendo, a desequilibrar.

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

@zambullista Equilibrar: cooperando repartimos. Desequilibrar: compitiendo queremos sacar ventaja, lo logremos o no (perdiendo o empatando).

— el Zambullista (@zambullista) julio 29, 2015

Elegires 004 (2.0.0)

Esto estaba cerrando la parte 2 de "Elegires" y acabo de sacarlo para armar otro ensayo:

A los fines persuasivos, el porvenir tiene una dureza proporcional a la de la voluntad que lo quiere, que adjetivaríamos de "férrea".

— el Zambullista (@zambullista) abril 20, 2015

La voluntad más dura pretende que ya es un hecho lo que aún quiere que llegue a ser un hecho: "un porvenir ... irrevocable como el pasado".

— el Zambullista (@zambullista) abril 17, 2015

Hecho consumado: "El ejecutor de una empresa atroz" es el que precisa más fuerza de voluntad; por eso "debe imaginar que ya la ha cumplido".

— el Zambullista (@zambullista) abril 17, 2015

@zambullista En "Guayaquil" unas palabras "eran ya la expresión de una voluntad, que hacía del futuro algo tan irrevocable como el pasado".

— el Zambullista (@zambullista) diciembre 1, 2015

El sentido y el mundo 002 (2.0.0)

Así se veía hasta recién el ensayo:


1.

Las palabras, que son nuestra distancia con el mundo, nos dan la ilusión de salvarla. Lo que nos conecta nos separa.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 2, 2015

El mundo es la Tierra Prometida por el lenguaje. Como Jehová a Moisés, las palabras nos dejan ver lo que nos impiden tocar: nos afantasman.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 2, 2015

2.

Aceptar que sólo existe lo que se puede verbalizar no implica aceptar que todo X verbalizable existe. Lo cual no demuestra que X no existe.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 24, 2015

@zambullista Lo cual no demuestra que existe, etc. "Una ausencia de prueba no es una prueba de ausencia". Ni esto una de presencia, etc.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 24, 2015

El que toda realidad sea coherente –ponele– no hace de la coherencia una prueba de realidad. Los delirios interpretativos también cierran.

— el Zambullista (@zambullista) enero 15, 2015

Desde un extremo, uno acusa a su detractor de estar en el extremo que teme: el suspicaz ve ingenuo al que ve delirante su perspicacia.

— el Zambullista (@zambullista) enero 30, 2015

3.

Lo conjetural es invisible a los ojos. Invisibles intérpretes hacen su 1ª huelga en Babel, que el mito del súbito brote verbal invisibiliza.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 6, 2015

Mito de origen. El milagro del brote lingüístico que desbarata la Torre de Babel es el primer sabotaje de un poderoso a una obra colectiva.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 8, 2015

@zambullista Hay otros modos de vestir ese hecho; v.g, el oficial: fue un castigo divino a la soberbia humana. Los hechos no andan desnudos.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

@zambullista Los hechos, por sagrados que sean, ya vienen vestidos por alguna interpretación, por menos libre que parezca. Verba, non res.

— el Zambullista (@zambullista) junio 6, 2015

4.

Un milagro es la manifestación de un poder: la obra de un poderoso. La mera existencia de tal poder es el primer milagro que puede haber.

— el Zambullista (@zambullista) enero 9, 2015

La imprevisibilidad de un sujeto libre y omnipotente vs La previsibilidad de un todo –Dios o Natura– que tiene leyes. Dirige Baruch Spinoza.

— el Zambullista (@zambullista) abril 20, 2015

Es más fácil que un narrador deje de ser causalista que justiciero (otro que hace que parezca un accidente). Mucho azar moralmente oportuno.

— el Zambullista (@zambullista) enero 7, 2015

El sentido que arma nuestros universos culturales termina atribuido al universo que los alberga.

— el Zambullista (@zambullista) enero 30, 2015

5.

El sentido es un ilusionista que nos hace ver necesarias las cosas, como si hubiera un plan. Pero un golpe de sentido jamás abolirá el azar.

— el Zambullista (@zambullista) enero 30, 2015

La libertad humana aporta a las contingencias que niegan la necesariedad de los hechos. Aun si tienen razones para ser así, no tienen que.

— el Zambullista (@zambullista) marzo 20, 2015

La necesariedad de las cosas sostenida por el sentido se revela una expresión de deseo (o sólo una ilusión) con cada accidente que la rompe.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

Las interpretaciones que se hacen con el diario del lunes restituyen el plan que un accidente se llevó puesto. La herida cicatriza rápido.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

En el dibujo de una casa en llamas: "¿Es una casa quemándose o es Dios haciendo señales de humo?". El sentido en auxilio de la fe averiada.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

Aun si funciona, mi fe no está sola. Si la montaña no se mueve, también puede ser que su fe se esté imponiendo a la mía y su solipsismo.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 13, 2015

Pasé varios microensayos a un nuevo ensayo, "Hechos y versiones". Así quedó ahora "El sentido y el mundo":

Un milagro es la manifestación de un poder: la obra de un poderoso. La mera existencia de tal poder es el primer milagro que puede haber.

— el Zambullista (@zambullista) enero 9, 2015

La imprevisibilidad de un sujeto libre y omnipotente vs La previsibilidad de un todo –Dios o Natura– que tiene leyes. Dirige Baruch Spinoza.

— el Zambullista (@zambullista) abril 20, 2015

El sentido que arma nuestros universos culturales termina atribuido al universo que los alberga.

— el Zambullista (@zambullista) enero 30, 2015

El sentido es un ilusionista que nos hace ver necesarias las cosas, como si hubiera un plan. Pero un golpe de sentido jamás abolirá el azar.

— el Zambullista (@zambullista) enero 30, 2015

La libertad humana aporta a las contingencias que niegan la necesariedad de los hechos. Aun si tienen razones para ser así, no tienen que.

— el Zambullista (@zambullista) marzo 20, 2015

La necesariedad de las cosas sostenida por el sentido se revela una expresión de deseo (o sólo una ilusión) con cada accidente que la rompe.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

Las interpretaciones que se hacen con el diario del lunes restituyen el plan que un accidente se llevó puesto. La herida cicatriza rápido.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

Es más fácil que un narrador deje de ser causalista que justiciero (otro que hace que parezca un accidente). Mucho azar moralmente oportuno.

— el Zambullista (@zambullista) enero 7, 2015

En el dibujo de una casa en llamas: "¿Es una casa quemándose o es Dios haciendo señales de humo?". El sentido en auxilio de la fe averiada.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

Aun si funciona, mi fe no está sola. Si la montaña no se mueve, también puede ser que su fe se esté imponiendo a la mía y su solipsismo.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 13, 2015

De pérdidas y carencias 001 (1.0.0)

Acabo de eliminar el ensayo que subí ayer, "Hasta que la muerte nos separe", porque mandé sus microensayos a formar la actual parte 1 de "De pérdidas y carencias":

1.

"Lo último que se pierde es la esperanza": resiste lo que resistamos: "No te preocupes por tu corazón; dura toda la vida", dijo Mick Jagger.

— el Zambullista (@zambullista) julio 15, 2015

@zambullista El bobo y la soñadora resisten lo que resistamos y resistimos lo que resistan. Nos prometimos: —Hasta que la muerte nos separe.

— el Zambullista (@zambullista) julio 15, 2015

@zambullista Lo que le dijo en la cabina del avión el copiloto a Homero (T6-E11) vale para la esperanza y el corazón: "Sin eso no vivimos".

— el Zambullista (@zambullista) julio 16, 2015

@zambullista La vida –su sentido o su cuerpo– acompaña hasta el final a la esperanza o al corazón, no al revés. No perseveran: son vitales.

— el Zambullista (@zambullista) julio 16, 2015

@zambullista La esperanza fue la 1ª en entrar al sentido y será la última en salir. Lo último que se pierde es lo 1º que el sentido nos dio.

— el Zambullista (@zambullista) julio 16, 2015

Menú 001

Junto con el cambio de nombre de "Biblioteca" por "Turbulencias" y de visión de lo que había ahí, hice otros cambios de nombre en el menú de Zambullidas: "Inicio", que había reemplazado a "Últimos apilados", fue reemplazado por "Últimos" (luego de pasar por "Depósito", "Pila", "Tope de pila", "Apilados", "Alta pila"); "Introducción" pasó a ser "Prólogo" y se corrió un lugar a la derecha (donde antes estaba "Índice") para quedar precediendo a "Turbulencias" y siguiendo a "Índice", como aparecerían en un libro.

Turbulencias 001 (0.0.0)

Acaba de nacer Turbulencias, el libro de Zambullidas. Acaba de nacer nominal y conceptualmente, porque en realidad lo que contiene ya estaba ahí: hasta recién se llamaba "Biblioteca". De ahí el diseño de ficha bibliográfica y las solapas "Libro 1", "L2", "L3", etcétera (en vez de los actuales "Cap. 1", "Cap. 2", "Cap. 3", etcétera).
El trabajo con los microensayos apilados en Zambullidas breves para agruparlos primero en ensayos y a éstos en un libro, Archipiélagos, seguramente influyó en hacer lo mismo con los ensayos apilados en Zambullidas. O en darme cuenta de que ya lo había hecho sin darme cuenta, sin verlo así, en la relación isla-archipiélago: los "Libros n" eran independientes; se acomodoban en una Biblioteca, lo que no es integrar una organización o entidad mayor (como los capítulos que integran Turbulencias).

La muerte 001 (0.1.0)

Agregué la sección 3.

Los sentidos de la vida 001 (0.1.0)

Agregué el que ahora es el primer microensayo y moví un par. Hasta ahora se veía así:

1.

Si la necesidad de Dios nace del saber de la muerte (como antídoto), para Dios haber muerto es peor que no existir. Igual para el sentido.

— el Zambullista (@zambullista) marzo 21, 2015

Para superar el límite que la vida no puede, está el sentido de la vida. Algo así es creíble si trasciende a lo que mueve: si nos sobrevive.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

@zambullista Fragmento editado del último párrafo de este ensayo: http://t.co/5Vbi1KlvDk

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Si llenar el álbum de un sentido de vida no se premia con no morir, no tiene premio. Vale por el gusto de hacerlo, aunque no te den pelota.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

Que haya vida después del sentido de la vida, ¿significa que la vida no tiene un sentido pero soporta el que uno le dé (una o más veces)?

— el Zambullista (@zambullista) febrero 28, 2015

Si creo que hay un sentido de la existencia, creo que los demás son falsos o erróneos. Si creo que hay tantos como modos de motivarse, no.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

La imposibilidad de no morir es a cierto sentido de la vida lo que la de una contradicción es al sentido lógico: un nudo de inconsistencia.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

2.

El kit de un sentido de vida para un YO eterno incluye un alma inmortal y un cuerpo que no; para un Yo fugaz, sólo cuerpo. Espíritu On/Off.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Un sentido que acepta los límites de esta vida (la única) y otro que los vuelve pasos fronterizos hacia otra vida. Duplica y trascenderás.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

Hay sentidos de vida trascendentalistas: necesitan la eternidad y la ubican en un más allá. Y hay otros que se las arreglan con lo que hay.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

@zambullista No es un fragmento de ensayo, pero sí una versión de algo que desarrollo en una parte de este: http://t.co/mv1RFdRaaG

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

También hay trascendencias laicas: el anhelo de sobrevivir en lo que dejo (libros escritos, árboles plantados, hijos tenidos, etc.), no yo.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Las trascendencias pueden ser laicas o metafísicas o no ser, pero todo sentido existencial le da una definición y un propósito a la vida.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

3.

Un sentido de la vida también es una relación contractual. Romperla nunca es gratis y a veces es carísimo, según la intensidad involucrada.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 28, 2015

Nada peor le puede pasar a tu salud existencial que sobrevivirle a tu razón de ser. Suicidas postsoviéticos lo saben. pic.twitter.com/0irNpakBfR

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

@zambullista Fragmento editado del texto oculto que hay detrás del asterisco del último párrafo de este ensayo: http://t.co/5Vbi1KlvDk

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

El coyote de la TV cae cuando advierte que sus patas dan al vacío. Similar falta de sustentación hace caer al que ve morir su razón de ser.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Lo que dura la ilusión de estar sustentados en el vacío es lo que demora la anagnórisis de un suelo ausente. Es suspenso, no suspensión.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Resisto mejor aferrado a lo que me motiva. Frankl cita a Nietzsche: "Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo".

— el Zambullista (@zambullista) febrero 27, 2015

Ahora se ve así:

1.

Otro spoiler es enterarnos que somos mortales. A partir de ahí la vida se concibe como obra, soporte de un sentido, cicatrizando esa herida.

— el Zambullista (@zambullista) junio 17, 2015

Si la necesidad de Dios nace del saber de la muerte (como antídoto), para Dios haber muerto es peor que no existir. Igual para el sentido.

— el Zambullista (@zambullista) marzo 21, 2015

Para superar el límite que la vida no puede, está el sentido de la vida. Algo así es creíble si trasciende a lo que mueve: si nos sobrevive.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

@zambullista Fragmento editado del último párrafo de este ensayo: http://t.co/5Vbi1KlvDk

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Si llenar el álbum de un sentido de vida no se premia con no morir, no tiene premio. Vale por el gusto de hacerlo, aunque no te den pelota.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

La imposibilidad de no morir es a cierto sentido de la vida lo que la de una contradicción es al sentido lógico: un nudo de inconsistencia.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

2.

El kit de un sentido de vida para un YO eterno incluye un alma inmortal y un cuerpo que no; para un Yo fugaz, sólo cuerpo. Espíritu On/Off.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Un sentido que acepta los límites de esta vida (la única) y otro que los vuelve pasos fronterizos hacia otra vida. Duplica y trascenderás.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

Hay sentidos de vida trascendentalistas: necesitan la eternidad y la ubican en un más allá. Y hay otros que se las arreglan con lo que hay.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015

@zambullista No es un fragmento de ensayo, pero sí una versión de algo que desarrollo en una parte de este: http://t.co/mv1RFdRaaG

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

También hay trascendencias laicas: el anhelo de sobrevivir en lo que dejo (libros escritos, árboles plantados, hijos tenidos, etc.), no yo.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Las trascendencias pueden ser laicas o metafísicas o no ser, pero todo sentido existencial le da una definición y un propósito a la vida.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Si creo que hay un sentido de la existencia, creo que los demás son falsos o erróneos. Si creo que hay tantos como modos de motivarse, no.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Que haya vida después del sentido de la vida, ¿significa que la vida no tiene un sentido pero soporta el que uno le dé (una o más veces)?

— el Zambullista (@zambullista) febrero 28, 2015

3.

Un sentido de la vida también es una relación contractual. Romperla nunca es gratis y a veces es carísimo, según la intensidad involucrada.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 28, 2015

Nada peor le puede pasar a tu salud existencial que sobrevivirle a tu razón de ser. Suicidas postsoviéticos lo saben. pic.twitter.com/0irNpakBfR

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

@zambullista Fragmento editado del texto oculto que hay detrás del asterisco del último párrafo de este ensayo: http://t.co/5Vbi1KlvDk

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

El coyote de la TV cae cuando advierte que sus patas dan al vacío. Similar falta de sustentación hace caer al que ve morir su razón de ser.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Lo que dura la ilusión de estar sustentados en el vacío es lo que demora la anagnórisis de un suelo ausente. Es suspenso, no suspensión.

— el Zambullista (@zambullista) febrero 26, 2015

Resisto mejor aferrado a lo que me motiva. Frankl cita a Nietzsche: "Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo".

— el Zambullista (@zambullista) febrero 27, 2015

El mejor escondite y la revelación inútil 002 (2.0.0)

Agregué a la sección 3 los últimos 3 microensayos, recién hechos y publicados. También le cambié el título al ensayo y titulé las secciones con las partes del título "El mejor escondite, la revelación inútil y el asombro".

El mejor escondite y la revelación inútil 001 (1.0.0)

Agregué la parte 3 del ensayo.

Felicidad 002 (1.1.0)

Eliminé un tuit de respuesta y puse en su lugar una variante suya, recién publicada ("Si es más fuerte que antes, una felicidad se aguzó..."), y agregué los últimos dos tuits que tiene ahora el ensayo ("Si en el paraíso no puede haber felicidad..." y la respuesta "O hay un amargo tan blindado...").

Elegires 003 (1.2.0)

Agregué dos tuits: el del 6 de junio ("Lo que se busca es un pretexto para...") y uno que acabo de publicar, también encontrado de casualidad en un recorrido por "Tuits 085.htm".

Las aventuras de X 001 (0.0.1)

Agregué una nueva aventura de X: la tercera de la parte NUDOS (Teorías: "X hace teorías como quien...").

Juegos de palabras 001 (0.0.1)

Acabo de agregar el tuit del 5 de junio ("Lo ingenioso es a lo certero...") como último de la sección 2. El que antes ocupaba esa posición ahora es el 1º de la sección 3 ("El mejor juego de palabras es el que no existe...").

Zanahorias 001 (0.1.0)

Agregué los dos últimos tuits (ambos del 5 de junio) de la sección 1.

Comodín de Bachín 001 (0.0.1)

Acabo de agregar (inmediatamente después de publicar) el que ahora es el penúltimo tuit de la parte 1 ("Como un virus, el comodín es..."). Lo encontré recorriendo "Tuits 84.htm". No recuerdo si a principios de marzo (época a la que pertenece la serie donde estaba) decidí no publicarlo o lo publiqué y lo borré.

Jugar a desequilibrar 001 (1.0.0)

Hasta recién, el último microensayo de la parte 2 era el último del ensayo y el que le sigue, el primero de la flamante parte 3, era el penúltimo y ahora es el último, detrás de dos tuits nuevos que parecen plantear la adivinanza que responde el último.

Archipiélagos 003 (2.0.0)

Para la página, el cambio es menor: reemplacé el tuit con el link al tema "Archipiélagos" por otro con el link al libro Archipiélagos. Para el tweeter Zambullidas breves, el cambio no es menor: pasa a ser la proveedora de los ladrillos con que se hace (se va haciendo) ese work in progress que es Archipiélagos. Esto nace con este tuit, hace unos minutos:

Todos los tuits son islas de lectura independiente. La mayoría integra algún archipiélago de este work in progress: http://t.co/MWYrVGTQua

— el Zambullista (@zambullista) junio 6, 2015

Archipiélagos 002 (1.1.0)

Cambié ensayos y bloques de ensayos de lugar en relación con la versión anterior, además de agregar una Parte 6. Así se ve ahora:



PRÓLOGO

–¿Qué está pasando? –Que hay una autorreferencia atrapada en un espacio ínfimo. Con 4 pasos cortos toca el límite. Afuera acecha la afasia.

— el Zambullista (@zambullista) abril 9, 2015

Todos los tuits son islas de lectura independiente. La mayoría además integra algún archipiélago. La lista, acá: http://t.co/11Tc3cH1hf

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 11, 2015

Cada microensayo intenta el malabar de ser una obra (isla) y parte de otra obra (archipiélago). No hay prenda que no se parezca a su dueño.

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 20, 2015

@zambullista No hay dueño que no se parezca a cualquiera en lo de desear sentirse pleno (isla) y parte de una plenitud mayor (archipiélago).

— el Zambullista (@zambullista) Mayo 26, 2015

ARS POETICA

Juegos de palabras

ARCHIPIÉLAGOS

Parte 1

Comodín de Bachín

Jugar a desequilibrar

Seleccionar

Sin 2

Simultaneidad y diferencia

Lo irrepetible y lo repetible

Relaciones matrioskas

Parte 2

Tiempo subjetivo

En un vaso de agua

De pérdidas y carencias

Ausencias

Silencio

Parte 3

El arquero invisible

El mejor escondite y la revelación inútil

Saber y deseo

Creeres y sentires

Adán y Eva y la moral

Razones de moral

Parte 4

Cambiantes y cambiados

Elegires

Felicidad

Ulises y las sirenas

Parte 5

Memoria

La existencia se entrena jugando

Zanahorias

Los sentidos de la vida

El sentido y la muerte

La muerte

Parte 6

Quimeras y absurdos

La ilusión de realizar un imposible

Funes el minucioso

El sentido y el mundo

El mundo



EPÍLOGO:
LAS AVENTURAS DE X Y OTROS MICRORRELATOS

Otros microrrelatos

Las aventuras de X