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domingo, 11 de agosto de 2013

Naturalezas 012 (4.2.0)


Agregué como sección nueva, la actual 3.2 (la anterior pasó a ser la 3.3 y la siguiente, la 3.4) lo referido a las razones de Bill para dispararle el tiro de gracia a Beatrix:

3.2

El resultado inexorable de ese duelo entre lo cultural y lo natural, desarrollado al interior de una personalidad o de una identidad, metaforiza la vanidad de cualquier tentativa de cambiar lo que es real por naturaleza, que en esta visión es un modo más firme de ser real.
Sobre la misma convicción machaca Bill en la moraleja de su paralelo entre Superman/Clark Kent y Beatrix Kiddo/Arlene Plimpton, como vimos:
Te estoy diciendo asesina. Una asesina de nacimiento y por naturaleza [A natural born killer]. Siempre lo has sido y siempre lo serás. (...) No eres una abeja trabajadora. Eres una abeja asesina renegada. Y no importa cuánta cerveza bebas, o cuántas barbacoas comas, o qué tan grande se te ponga el culo, nada en el mundo podría cambiar esto.
En esos niveles de abstracción esquemática, lejos del barro de la historia que se quiere explicar, en el alto imperio de las leyes generales que revelan obedientes y necesarios los eventos que abajo se ven o se sienten libres y contingentes, la lucha parece «de igual a igual contra uno mismo». Pero para que la presunta naturaleza asesina de Beatrix retomara la iniciativa (despertándose, junto con ella, en “lo que en las películas llaman una tremenda furia de venganza”), necesitó de la ayuda de Bill y su tiro de gracia fallido. ¿Por qué Bill actuó como actuó?
Luego de que Beatrix cuenta los hechos desde su perspectiva y sus razones, como veremos más abajo, Bill hace lo propio:


Bill no intenta matar a Beatrix porque esté en su naturaleza hacerlo, por muy asesino que se asuma, sino por despecho. Lo movió a la masacre una “sobrerreacción” (“I overreacted”, se justifica), no la acción sobredeterminada de “un bastardo que asesina” (“I'm a murdering bastard”, se define). Es la razón de un homicida, pero no la tautológica (o autoderivada) de un porque eso es lo que soy, sino la razón sintética (derivada de algo distinto de sí) de un porque me rompiste el corazón (...y eso tiene consecuencias para un asesino como yo).
Unas palabras más de sorpresa (para Bill) sobre lo sorpresivo (para Beatrix) de esa reacción exagerada y sigue el tan esperado y breve duelo que vimos más arriba, donde literalmente Beatrix le rompe el corazón a Bill.

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