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miércoles, 20 de abril de 2016

Popurrí dimensional 002 (1.1.0)



Agregué el video del teseract y los 2 gifs animados de la sección 2, que pasó de llamarse "Flatland" a llamarse "Flatland y el hipercubo". También la parte 3 cambió de título: antes, "Arquitecturas dimensionales" (de cuando el ensayo se llamaba "Perpendiculares", y no "Popurrí dimensional"); ahora, "Arquitecturas y movidas".
Ahora se ve así:


1. Lucía en el carril de las maravillas


En un camino circular (de recorrido ilimitado) o en uno espiralado (de recorrido limitado, con un principio remontable y un final prorrogable –incluso indefinidamente) estamos todo el tiempo cambiando de dirección: doblando. En un camino recto estamos todo el tiempo conservando la dirección. En el primer caso, no hay punto que no sea esquina. En el segundo, no hay punto que sea esquina. Tanto ahí donde no hay una no esquina como ahí donde no hay una esquina, no hay diferencia entre lo que es esquina y lo que no (o entre lo que no es esquina y lo que sí).
Pero aun cuando haya alguna diferencia, todavía puede haber una imposibilidad de abandonar el camino, con la opción máxima de recorrerlo hacia adelante o hacia atrás. En ambos casos, el tipo de movimiento del recorrido es unidimensional: sólo se puede avanzar o retroceder por el camino, que tiene los mismos movimientos posibles de un carril; no se puede salir por una perpendicular (movimiento bidimensional: la opción entre seguir derecho o doblar) ni por dos (movimiento tridimensional: la opción entre seguir derecho, doblar o saltar), etc. Su universo es un carril.


2. Flatland y el hipercubo


El encierro que define a un mundo bidimensional desconoce la opción del salto, sea hacia arriba o hacia abajo. El cuadrado que habita Flatland no apoya su cabeza sobre la almohada, sino contra. No comprende las nociones de “arriba” y “abajo”: no forman parte de su espacio. Una 3ª línea perpendicular le resulta inimaginable, por muy razonada que la tenga por analogía con cómo vería su mundo chato una línea solitaria, que no tiene ancho (y que, por lo tanto, no podría comprender la noción misma de “perpendicular”). La misma imposibilidad para visualizar 4 líneas perpendiculares entre sí tenemos nosotros, encerrados en nuestra tridimensionalidad.
Pero que no podamos visualizar un objeto tetradimensional no significa que no podamos comprenderlo y describirlo con rigor, aun usando una representación 2D de la versión 3D de un hipercubo (o tesseract):


Su loop parece un perpetuo devenir en otra cosa:



3. Arquitecturas y movidas



4. Esquina (Writing by numbers II)





5. Recomprensiones

Agregarles a la especie de los dúos o a la de los tríos especímenes gigantescos no modifica nuestra comprensión de las perpendiculares: son lo mismo pero más grandes. Análogamente, cuando se descubre –por ejemplo– una nueva especie animal, hay un cambio de conocimiento, pero no necesariamente de comprensión de lo que hay u ocurre.
Un ejemplo en que se cambia de manera de ver las cosas, porque se gana a la vez en simplicidad y profundidad, lo desarrolla el video “Moebius Transformations Revealed” (Douglas N. Arnold y Jonathan Rogness; University of Minnesota, 2007):



6. Novedad límite (Diálogo VIII: una historieta)



7. Y punto



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