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sábado, 3 de marzo de 2012

Ante las interpretaciones 002 (1.1.0)


Eliminé este párrafo, que venía después del segundo de la sección 3, el que empieza con "Revelada la exclusividad de esa entrada,..." y termina con "esa puerta me está destinada a mí solo":
Con el agravante de ese agregado, la pregunta se traslada a los lectores ávidos de explicaciones (ante un guardián y un relato que ya no están para responder). Pero esa pregunta del millón no sólo no la hace el campesino: tampoco la hacen Josef K, el capellán ni los comentaristas comentados. La diferencia es que mientras el campesino tenía a quién hacérsela, los lectores y glosadores (incluyéndonos), no. Si K la hubiese planteado, el capellán podría haberle contestado, como tantas veces: “Nada se dice al respecto”. No hay respuesta, y no podemos inventarla. Pero eso no significa que no podamos hablar del asunto.

La sección 4 que venía a continuación se fusionó con la anterior (doble espacio) y la 4.1 se transformó en 3.1, y la 5 en 3.2.

Al siguiente párrafo le agregué la nota con asterisco que tiene al final:
El guardián le prohíbe ingresar al campesino, pero no transgredir su prohibición, a lo que incluso lo incita (no importa si en broma o sólo después de reírse). Para disuadirlo le narra la hostilidad insuperable del interior de la ley, como un carcelero podría narrar la de una prisión rodeada, por ejemplo, de inconmensurables kilómetros de desierto abrasador (la moraleja es la misma: ni esta fuga ni aquel ingreso son incursiones que convenga hacer; no se está donde se quisiera, pero no hay mejor lugar para estar).*
En el lecho de un río, un pez dentro de una pecera está cautivo. En el living de un departamento, esa pecera define el espacio de su libertad posible.


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