Ayer 18/9/23 agregué unos siete párrafos al ensayo, entre el final de la sección 4 y el final de la 5, con cuatro párrafos y un video nuevos. En el medio reubiqué de tipo a una ilogicidad, la 0, e hice otros retoques. El ensayo perdió el final que tenía y todavía no llegó a otro; de hecho, acabo de abrir otro tema.
[...]
Pero incluso con esta acepción de locura es posible dar un argumento a favor de llamar ilogicidades a todo lo que le tiran a los androides para probarles que “los dominamos”. Si éstos se caracterizan por tener, como Spock, “mentes lógicas, sin emoción, por completo pragmáticas”, no está mal que la ilogicidad sea la munición que designe al conjunto o el sinónimo que englobe a los anteriores.
Hablando se entiende la gente y se crackea el sistema de los androides, sin necesidad de tocarlos, sólo dirigiéndoles ilogicidades.
5. En busca de interpretación lógica (Ilogicidades tácticas)
Recapitulemos. Sobre el final de la sección 3 habíamos dejado a Kirk y a Spock sacando conclusiones sobre la “interesante” y “fascinante” reacción de Alice 471 que acabamos de ver. Ya que estos androides insuperables (“perfectos, física y mentalmente: sin debilidades, perfecta disciplina, sin vicios, sin temores ni fallas”) se tildan cuando no encuentran interpretación lógica, para combatirlos Kirk había propuesto “usar absurdo, locura, irracionalidad, ilogicidad dirigida contra Norman”, el “lóbulo central” de ese “cerebro colectivo”.
A los 33'39'', la primera parte del plan consiste en hacerles creer a los androides que una traición de Uhula malogró el sabotaje a la nave que pensaban hacer:
Uhura finge desear la inmortalidad joven y hermosa que realmente desea y finge revelar el ardid que realmente revela (la inyección de una sustancia al "agonizante" Mudd, con fines diferentes de los que hubo con la "muerta" Julieta Capuleto). Uhura engaña usando la verdad.
En cuanto a Kirk, el descubrimiento que hizo con Alice 471 le permite repetir con Alice 1 la táctica de acorralarla con planteos lógicos sobre incumplir con su programación y fracasar en su misión, en su sentido. Es lo que pasaría si Mudd muriera por culpa de que “los humanos tienen prohibido ir a la nave”. La prohibición, que sostiene la única y resistida excepción al cumplimiento de deseos, puede matar humanos (bueno, dejarlos morir), además de frustarlos.
La débil justificación de la escena la da Scott: “Los androides esperaban un golpe, y lo hemos dado”. Por un lado, recién ahí nos enteramos de la existencia de esa expectativa, que no es temor. Por otro lado, no termino de entender la ganancia del golpe que han dado Kirk y los suyos. ¿Para qué sirve poner a los androides en alerta y vigilancia de acciones humanas? Una posibilidad: para distraerlos del verdadero ataque en ciernes, del que el planteo inicial de Kirk a Alice 1 da un adelanto. ¿O la idea es que los androides se relajarán después de recibir el golpe que esperaban, que es un falso golpe que hace inesperado al verdadero?
Chekov complementa a Scott: “¿Ahora qué, capitán?”. La respuesta de Kirk, que dejé afuera del fragmento anterior, encabeza el siguiente, que empieza a los 35'18'' con el nombre carrolliano de la operación y sigue más de 8 minutos y medio a lo largo de sus etapas:
El objetivo de las ilogicidades disparadas es dejar insatisfechas, hasta el colapso, las búsquedas de interpretación lógica. Como el campesino y el remoto súbdito de Kafka, los androides mueren esperando: no un permiso, no un mensaje, sólo un sentido lógico; no años, apenas segundos. Partida de defunción: adicción a la lógica de alta pureza, síndrome de abstinencia inmediato y fulminante o infradosis letal. Más adelante revisaremos la autopsia.
Desde el festejo del cautiverio hasta la liberadora paradoja del mentiroso, cuento 15 ilogicidades dirigidas contra Norman y el “cerebro colectivo” que él coordina. Si la cuenta es correcta, hay una mera coincidencia; si no es correcta, el número es sospechoso de un sesgo de aniversario. Mi lista de ilogicidades tácticas ocuparía demasiado espacio en el ensayo, pero puedo dejarla disponible para mostrar acá abajo haciendo click en
Pero más que una lista minuciosa y un número preciso, me interesa distinguir tipos de ilogicidad en el arsenal utilizado:
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a) hay ilogicidades que son sólo locas falsedades, mentiras cuasi-artísticas o bastante inverosímiles como para no sospechar de ellas (o sea, en las antípodas de la mentira sobre la salud de Mudd que revela Uhula a cambio de juventud, belleza y eternidad, que es verosímil y no levanta las sospechas de Alice 1, al igual que la falsa traición):
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• no hay ninguna música que esté sonando en la sala durante el baile de Chekov y Uhula, por más que Kirk finja que sí;
• los pulgares e índices y los silbidos no son armas ni matan a Scott, que poco después se levanta actuando temor por un explosivo
• no hay un explosivo ni una explosión;
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• festejar el propio cautiverio o la muerte de un amigo;
• sufrir de felicidad, comodidad y placer;
• desear morir de tan feliz;
• querer una felicidad hecha de exceso de trabajo, sufrimiento, tormentos, temores, fracasos, lamentos, llantos y muerte;
• abofetear por amor;
• exigir la rendición del más fuerte;
• la lógica como “un ramillete de hermosas flores que hieden horriblemente”;
• amar a Alice 27 y odiar a Alice 210, que son idénticas, por un mismo motivo, el de ser idénticas (la
• contradecir el diccionario con equivalencias contradictorias como quietud = movimientos ridículos, sueños = realidad
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• Spock tocando el cuello de Alice 210, que reacciona buscando algo aun más básico que una interpretación lógica: un sentido (“¿Tiene algún significado lo que está haciendo?”);
• “La lógica es un ave polícroma que trina en la pradera” (“Y mi abuela patea calefones”, le habrían contestado años atrás);
• supernumeraria en la lista, la ilogicidad 0 le atribuye al Enterprise ser “una hermosa chica a la que amamos”, algo que dista mucho, y en una dirección random, de “un artefacto mecánico” que sirve para navegar;
Luego de que las otras ilogicidades se encargaron de eliminar “las ramas del árbol”, la paradoja se encargó de eliminar la raíz: hizo colapsar al Nº 1, al “centro de control” llamado Norman. Un “estalla la matrix” avant la lettre. Los Expertos en Diseño puede que no lo fueran en estrategia: diseñaron un sistema centralizado tan vulnerable que te permite matar más de 200.000 pájaros de 1 tiro (aunque Kirk & Cía hayan empezado por las ramas del árbol en vez de ir directo a la raíz).
Más allá de los nombres de los tipos de ilogicidad y de su lista, me interesa ver cómo se relacionan entre sí, qué movida superior integran. Para eso, convertiré la lista en una trama de las vicisitudes del sentido que tiene o no tiene algo. Una cosa es que algo no tenga sentido (c: sinsentido); otra, que no tenga el sentido que dice tener (a: falsedad); otra, que tenga el sentido contrario al que debería tener (b: contrasentido); otra, que no pueda tener el sentido que debe tener o que deba tener el sentido que no puede tener (d: paradoja).
La gran mayoría de las ilogicidades son de tipo b, aquel donde se encuentra lo contrario de lo que se espera. ¿Por qué? Primera respuesta: no sé. Segunda respuesta: tal vez sea porque preferimos cualquier orden a ninguno, aunque sea el orden del Reino del Revés. El contrasentido tiene un patrón y es previsible, al igual que el sentido al que pone patas para arriba y a diferencia del sinsentido, que no tiene un patrón ni, por lo tanto, es previsible.
Usando los parámetros del Reino del Revés, el sentido certero es lo que está al derecho (es lógico) y es verdadero. Hay cuatro formas de diferenciarse de ese combo: lo que está al derecho pero no es verdadero (a); lo que está al revés (b); lo que no está ni al derecho ni al revés, sino de una manera arbitraria (c); lo que está al derecho y al revés –está al derecho si y sólo si está al revés, y viceversa– (d). En este corto menú caben tantas ilogicidades como años llevo por acá tratando de entenderlas.
De las cuatro diferencias respecto del combo
Toda falsedad es un reemplazo de una verdad por otra cosa; según por cuál, tenés un tipo u otro de falsedad. Aun sin saber qué son (qué dicen) A, B, C, D..., podemos saber que si A es cierto, anti-A es automáticamente falso, y viceversa; están veritativamente entrelazados. En cambio, con B, C, D... se verá en cada caso qué tan cerca o lejos están de A. Pueden estar en cualquier punto de su esfera de interacción semántica, excepto en las antípodas, que son exclusivas de anti-A.
Una vez convenido cuál es el reverso para un anverso, si anti-A se hace pasar por A, estamos en el Reino del Revés, donde –me dijeron– ♪♫ nada el pájaro y vuela el pez ♫♪ (para citar dos inversiones hermanas, con bichos y locomociones intercambiados). Si A es cierto (ya sea vuela el pájaro o nada el pez), está cantado que anti-A es falso. Pero es falso en un grado preciso: 180°, el medio giro del contrasentido. La falsedad de una ilogicidad tipo b es una media vuelta de campana.
El grado de falsedad es distinto si B (o C o D...) se hace pasar por A (y, por lo tanto, anti-B por anti-A, porque en rigor el reemplazo es de una esfera conceptual por otra). La gradación de este gato por liebre puede ir desde una falsedad sensata (la agonía de Harry Mudd, la traición de Uhura) a una arbitraria (ilogicidad tipo c), pasando por una insensata pero racional y razonante, lógica ("ilogicidad" tipo a), a diferencia de la falsedad de peces voladores o pájaros nadadores. Por ejemplo: ves volar un pájaro y en vez de decir que vuela un pájaro (lo lógico y verdadero),
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decís que vuela un avión o Superman (te confundís, pero mandás algo lógico dentro de tu tecnología o de tu mitología);
o decís que en ese cielo nada un pez o corre un carpincho (delirás, pero al menos seguís en un eje bicho~locomoción, como esos dos de María Elena Walsh pero consistente);
o decís que eso son truenos celestes (te fuiste al carajo: mandaste algo arbitrariamente falso, una sinestesia de lógica diurna pero inaplicable al caso: un sinsentido).
La rigidez desproporcionada es fragilidad; vuelve a los androides vulnerables –porque los vuelve ciegos– a las falsedades más evidentes. Demasiado crédulos para ser tan superiores. Si fueran humanos, diríamos que les falta sentido común. Nadie que tuviera el suficiente creería que performances sesentosas del 4513.3 son declaraciones juradas, y menos siendo tan absurdas, locas, irracionales y/o ilógicas.
La lógica de los androides está lejos de la proporción más funcional de rigidez y flexibilidad, como la que debe tener la aleación de bronce y hierro de las campanas (o la de colágeno y calcio de los huesos) para que no se quiebren. La primera escena del episodio termina con una discusión sobre esas proporciones, donde McCoy le dice a Spock que “para evaluar a un hombre no basta la lógica”, poco antes de que Norman tome el control de la nave y revele que es un androide:
Sin querer, McCoy describe la sociabilidad de Spock describiendo la del sospechoso Norman, que está a bordo hace 72 horas; más adelante, a los 14'01'', el emperador Mudd los igualará por la manera de hablar (“Spock, será feliz: aquí todos hablan a su estilo”). Y como ya vimos, en el contrapunto cerca del final del episodio, a los 44'15'', McCoy igualará explícitamente a Spock con los androides por sus “mentes muy parecidas a la suya: lógicas, sin emoción, por completo pragmáticas” (“de esa emoción humana no tengo el más mínimo conocimiento”, le responde Spock cuando McCoy lo supone triste por tener que partir, ya que “volverá a verse en medio de los ilógicos seres humanos”).
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